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Monopoly y ajedrez

Juegos para divertirse en casa cuando llueve: ¿a qué se juega en diferentes países del mundo?

Hace 1.700 años, un grupo de personas en la India crearon un tablero con fichas para pasar el tiempo.  A ese juego se le llamó Chaturanga y su versión más popular, de hace 1.400 años, se cree que es la que dio lugar posteriormente al famoso ajedrez. El ajedrez moderno es un juego de estrategia que llegó a la Península Ibérica de la mano de los musulmanes, en el siglo IX.

 

Los juegos de mesa son antiquísimos y dan buena cuenta de que al ser humano nunca le gustó aburrirse. Desde hace más de un milenio nos han acompañado en nuestros ratos de ocio, sobre todo en los días en los que el mal tiempo no permitía salir a jugar a la calle. Para saber a qué se juega en diferentes países del mundo, hemos llamado a algunos de nuestros amigos. Ellos nos cuentan cómo se entretenían jugando cuando eran pequeños.

 

Santi, desde Galicia explica el “Juego de la Rana”

 

En Galicia, como llueve mucho, estamos acostumbrados a jugar dentro de casa o en el garaje. Uno de los juegos a los que jugaba con mis primos cuando estábamos en casa de los abuelos era “El juego de la rana”. Nos gustaba mucho, porque además era un juego artesanal: lo había construido nuestro tío Fernando. El “Juego de la Rana” es un juego popular de origen desconocido, aunque en otros países de Sudamérica como Perú o Bolivia también tiene mucho arraigo, aunque allí le llaman “El Juego del Sapo”. Es un juego de puntería, de precisión. Consiste en lanzar unas fichas metálicas desde una cierta distancia a una mesa o cajón de madera que tiene agujeros. Rodeando estos agujeros puede haber una especie de molinillos u obstáculos que faciliten o dificulten que la ficha entre o no por el agujero. En el centro hay una figura metálica de una rana con la boca abierta. Se van sumando puntos cada vez que se logra encestar una ficha en un agujero. La mayor puntuación se consigue si la ficha entra en la boca de la rana. Nosotros, como no sabíamos las reglas, nos las íbamos inventando sobre la marcha y claro está que pocas veces conseguíamos meter la ficha por la boca de la rana. ¡Sólo con mucha suerte o haciendo alguna otra trampa que otra!.

 

Anita, desde Polonia, jugaba a un Twister muy especial

 

En Polonia, mis hermanas y yo jugábamos al Twister. El Twister se juega sobre una sábana de plástico con 24 puntos de colores. El juego consiste en tocar con la mano o el pie el color indicado sin dejar que tu cuerpo toque el piso. Gana la última persona que sea la única en quedar de pie. En nuestra casa, en Polonia, lo hacíamos más difícil porque además teníamos que cantar y bailar, pero lo más divertido era cuando nuestro perro queria jugar con nosotras pero él no entendía las reglas y además era daltónico.

 

Yetlaneci, desde México, nos explica en qué consiste el “Timbiriche” y “Las tripas de gato”

 

Cuando en México llovía y los niños no podíamos salir a la calle a jugar, en casa nunca podían faltar los rompecabezas para entretenernos. También había unos juegos muy tradicionales. Uno de ellos es la lotería, que no es otra cosa más que el bingo sólo que utilizando símbolos muy característicos de la cultura mexicana. Otros dos juegos que me encantaban de pequeña eran el “timbiriche y las tripas de gato”. El “Timbiriche” se trataba de hacer muchos puntos y unir los puntos y formar cuadrados. Ganaba el jugador que lograba hacer el mayor número de cuadros. “Las tripas de gato” se trataba de unir pares, ya fueran números o figuras, y ganaba quien lograra juntar el mayor número de pares.

 

Herbert, desde Perú, recuerda que de niño jugaba al “Tutti frutti”

 

Uno que me gustaba mucho y que me ayudó a mejorar mi vocabulario se llamaba “Tutti frutti”. En una hoja había que dibujar varias columnas y cada columna representaba un país, una ciudad, un color, una fruta. Después, cuando alguien decía una letra, uno tenía que escribir una ciudad que empezara por esa letra, y un país que empezase por esa letra, también una fruta y así. Eso hacía que nos divirtiésemos mucho y que estuviésemos pendientes de palabras nuevas.

 

Keigo, desde Japón, nos explica el “Piedra, Papel, Tijera” nipón

 

A este juego juegan dos personas. Para jugar se necesita un cojín y un zapato o una chancla. Nos sentamos y en el medio colocamos el cojín y el zapato. Decimos “piedra, papel y tijera” y el perdedor tiene que proteger su cabeza con el cojín. El ganador coge el zapato y tiene que pegarle en la cabeza al perdedor. Cuando el ganador consigue pegarle en la cabeza al perdedor sin que este pueda protegerse con el cojín es un punto. Este juego es muy popular en Japón y cuando era pequeño yo jugaba mucho con mi hermano.

 

Andrew, desde Australia, jugaba al monopoly de la ovejas

 

En Australia, un país en el que la lana está considerada como una de las principales fuentes de riqueza del país, uno de sus juegos de mesa más populares tenía que estar por supuesto relacionado con las ovejas. Uno de los juegos más populares en el país es “Squatter”, un juego que mezcla la suerte y la estrategia y que podríamos decir que una especie de monopoly de ovejas. Cada jugador empieza la partida siendo dueño de una granja con 3.000 ovejas. A medida que avanza el juego deberán hacer frente a numerosos desastres como sequías, incendios o inundaciones. Aquel jugador que sea precavido y consiga proteger mejor su granja y terminar la partida con más ovejas se proclamará vencedor. Este era un juego al que solía jugar con mi hermana y con mis primos.

 

Itai jugaba al “Dukim” en Israel …

 

En Israel un juego muy popular es el Dukim. Es como jugar con un paquete de espaguetis de colores, espaguetis sin cocinar, crudos. Entonces, todos los espaguetis se apilan en una especie de montaña en el suelo o en una mesa. Solo uno de los espaguetis que hay es de color negro y el objetivo del juego es ir quitando los espaguetis uno por uno sin mover los demás hasta conseguir hacerse con el de color negro.

 

… Y en Suecia Itai se entretenía con el  Kasta Gris

 

De pequeño, Itai también vivió en Suecia, donde jugaba muy a menudo al Kasta Gris. El Kasta Gris es un juego en el que hay dos cerditos de plástico. El juego consiste en lanzarlos a un tablero como si fueran dados y dependiendo de la forma en la que caigan se van sumando puntos. Por ejemplo, si el cerdito cae de cabeza son 10 puntos, si cae de lado es un 1 punto y si los dos cerditos caen en la misma posición, la puntuación puede llegar a cuadruplicarse.

 

Cecilia, desde Uruguay, jugaba a la payana

 

En Uruguay y en otros países de la región, como Argentina, de pequeños jugábamos a la payana. Es un juego al que se puede jugar tanto en el patio, fuera, como dentro de casa. Es un juego muy sencillo, tan solo se necesitan cinco piedritas. Se lanza una piedrita al aire y mientras está “volando”, hay que agacharse y tomar otra piedrita que está en el piso. Es un juego al que se puede jugar también en casa, por ejemplo, con botones o con fichas de otros juegos, en caso de que no se tengan piedritas.

 



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